La confianza es algo muy frágil. Una vez ganada nos aporta una gran libertad, pero cuando la confianza se pierde, es casi imposible recuperarla. Aunque la verdad es que nunca se sabe en quien podemos confiar. Nuestros seres más queridos pueden traicionarnos, y unos desconocidos pueden acudir en nuestro rescate. Al final la mayoría de la gente decide confiar solo en sí mismo.
Sin duda es la forma más sencilla de no quejarse jamás.

Comentarios

  1. Esto siempre me lo dice mi madre sobre todo cuando me escapo a algún lugar sin su consentimiento ^^. Yo pienso igual, la confianza es muy dificil de conseguir pero muy fácil de perder. La traición, como tú dices, puede llegar de cualquier persona pero creo que es un error el no confiar en nadie a parte de en ti mismo.

    Bss

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Prefiero fumarme el arco iris

Quiero estar contigo para siempre.