Nunca pares.



Grita lo que piensas y no pares nunca de gritar; bésame y no dejes de hacerlo jamás; coge mi mano y no permitas que la suelte en ningún momento. Levántate cada mañana con una sonrisa en tu cara y repite este proceso hasta el fin de tus días. Acuérdate de todas aquellas personas que te acompañaron a lo largo de tu infancia y durante toda tu vida, y que por una u otra razón ya no están tan presentes. Guarda muy bien cada uno de tus recuerdos, pero no olvides pensar en ellos y sonreír. Disfruta de muchos buenos momentos para poderlos guardar en un futuro y volver a sonreír al viajar entre toda esa gran nube creada por buenos recuerdos. ¡Salta! ¿Saltar? ¿Por qué? Sí, salta todos los días e intenta hacerlo cada vez más alto para superarte una y otra vez a ti misma. Este consejo lo puedes aplicar para cualquier otra acción, siempre que te propongas algo, hazlo, supérate millones de veces y no pares. De vez en cuando hay personas que intentan detenerte, algunas lo hacen por tu bien, pero otras sólo lo hacen para joder, en este caso, que no te importe lo que la gente piense, diga o haga. Dedícate a mirar a dicha persona y limítate a decir: adiós, bye, ciao, au revoir, desaparece, éste es mi sueño y lo alcanzaré.

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