Un puzzle no se monta con piezas iguales.
Tus besos, me derrites con cada uno de ellos. Se detiene el tiempo, no puedo apartar mis ojos de los tuyos, sonrío pensando en ti.
Cierro los ojos, me acerco lentamente y siento el sabor de tus labios, son aquellos que me producen tanta adicción, los mismos que deseo volver a besar con tantas ganas.
Cuando tú no estás me siento como, como apagada, sí, tú eres quien ilumina mi mirada, el culpable de estar ausente tantas veces.
Me encantas, tú, que puede que seamos diferentes, pero eso no significa que no nos vaya a ir bien. Te quiero muchísimo niño, de verdad, y que para mí un minuto son 60 maneras diferentes de pensar en ti.
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