Una vez más.



Una vez más… una vez más me toca cargar con esta losa. Una vez más me ha tocado llorar con la puerta de mi habitación cerrada. Una vez más me ha tocado ver como esa habitación se iba inundando poco a poco. Una vez más me ha tocado ahogarme en mis propias lágrimas. Una vez más me ha tocado fingir que soy feliz. Una vez más me ha tocado mirarte a la cara y sacar una falsa sonrisa de donde ya no quedaban fuerzas. Una vez más me ha tocado fingir carcajadas en tu presencia. Una vez más me ha tocado fingir que estoy bien, para que no vinieses a preguntarme que qué me pasaba y terminase llorando entre tus brazos. Una vez más me ha tocado mentir, a las personas que más quiero, cuando me decían: “¡Hola! ¿Qué tal? ¿Contenta después de este día de fiesta?”. Una vez más…
Una vez más me ha tocado verte sonreír por ella. Una vez más me ha tocado verte ser feliz por ella. Una vez más me ha tocado verte luchar por ella. Una vez más me ha tocado verte hacer cada una de las cosas por y para ella. Una vez más me ha tocado sonreír al verte feliz. Una vez más me ha tocado pensar en lo feliz que me harías, si algún día llegases a sonreír por mí. Una vez más me ha tocado sentirme aliviada de saber que tu eres feliz. Una vez más…
Una vez más me ha tocado sacar de mi cabeza todas esas bobadas de si te quiero o te quiero aún más. Una vez más me ha tocado intentar olvidarte. Una vez más me ha tocado pensar en otras cosas para sacarte de mi cabeza. Una vez más me ha tocado intentar pensar en otros, a sabiendas de que sé que eso para mí es imposible. Una vez más me ha tocado volver a pensar que nunca conseguiré olvidarte. Una vez más…
¡UNA VEZ MÁS ME TOCA LLORAR AL VERTE CON ELLA! ¡UNA VEZ MÁS ME TOCA CALLAR!

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