Amiga, no me faltes nunca.

 La verdad que no sé qué decirte que no te haya dicho ya… La verdad es que me ha encantado conocerte, que no sé qué sería de mi vida sin ti, que por favor no te vayas nunca que te quiero aquí a mi lado día tras día, no, segundo tras segundo. No sé si me entiendes, quiero decir, que no quiero que me faltes nunca, que no quiero que me faltes nunca, que quiero que estés siempre conmigo, como lo has hecho hasta ahora, porque has sido la única persona que ha estado conmigo en todo, en lo bueno y sobre todo en lo malo. Porque cuando más lo necesitaba tú eras la única que no salía por patas, eras la única que no olvidaba quien era yo en realidad.

Solo quiero que sepas que me vas a tener aquí para siempre, para lo bueno, tenlo claro, las risas que he pasado contigo no las cambiaría por nada del mundo, y para lo malo, porque hasta ahora has sido tú, quien me ha apoyado, pero ahora me toca a mi hacer mi trabajo.

Solo quiero decirte que te quiero, que me vas a tener contigo para siempre y que solo espero que no me faltes nunca.